Si estás buscando información de cómo limpiar las orejas a un gato este artículo te será de ayuda. Todos los que tenemos gatos, sabemos lo limpios que son, ya que pasan gran parte de su tiempo acicalándose.
No hay parte de su cuerpo a la que no lleguen con su lengua, que posee una estructura especialmente diseñada para facilitar la retirada de pelo muerto y suciedad. Pero esto no quiere decir que no debamos cuidar su higiene, sobretodo en zonas delicadas como las orejas de los gatos.
Los gatos tienen en las orejas un punto débil y, si no les prestamos atención, puede haber problemas debido a suciedad, microorganismos o cuerpos extraños, que pueden entrar y producir molestias e infecciones importantes.
Llegado a este punto, seguramente te habrás preguntado cómo puedes limpiar las orejas a tu gato sin que esto suponga un trauma para él. Vamos a darte los pasos recomendados para limpiar las orejas de un gato, con cuidado y mimo, paso a paso:
Tranquilizar al gato
Las orejas son un punto vulnerable en los gatos y a la mayoría no le va a agradar la idea de limpiarlas. Por eso lo más importante para empezar, es hacerlo despacio y evitando provocar una situación de estrés. Si no lo hacemos correctamente, cada vez será más difícil y nuestro pequeño peludín lo interpretará como algo negativo.
Lo mejor que podemos hacer es acercarnos a él de manera tranquila y hablarle suavemente. Acariciarlo en su parte favorita y poco a poco colocarlo en la posición más cómoda para nosotros.
Examinar las orejas
Una vez nuestro gato nos deje examinar con detenimiento las orejas, tenemos que fijarnos en si hay un exceso de cera, alguna zona enrojecida, presencia de algún parásito o incluso si notamos un olor desagradable.
Si vemos zonas irritadas y enrojecidas, es muy recomendable acudir a tu veterinario de confianza, quien te asesorará en el mejor tratamiento a seguir, en función del estado y origen de la posible otitis de tu gato.
Si por otro lado no vemos signos que puedan preocuparnos, lo siguiente es un método de limpieza para prevenir lo anteriormente citado, pues si no se mantiene limpio podrá desencadenar en una otitis externa, sobretodo por la acumulación de ácaros.
Empezar a limpiar el oído del gato
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la parte de fuera de la oreja (parte peluda). Utilizando un jabón especial para gatos, que podrás encontrar en cualquier tienda especializada, y un paño o toallita húmeda estéril aplicamos en la parte exterior con cuidado. Una vez hemos terminado, es importante no olvidarnos de retirar cualquier resto de jabón.
Recuerda que esta parte es también muy sensible. Hazlo con cuidado y siempre en una posición que sea cómoda para ellos.
Limpiando interiormente las orejas del gato
Para ello, lo más efectivo es una gasa de algodón esterilizada. Hay que destacar que la estructura del oído externo es muy delicada y tiene multitud de pliegues que son muy sensibles.
Debemos enrollar esta gasa en nuestro dedo y, con mucho cuidado, podemos ir aplicándolo en los pliegues para retirar el exceso de cera y suciedad, de manera que el pabellón auditivo quede lo más limpio posible.
Otra opción es aplicar productos específicos para su limpieza, como los limpiadores para los oídos de los gatos. Estos productos se aplican en el oído externo, se dejan actuar y van disolviendo el cerumen y atrapando las partículas de suciedad, para que sea más fácil retirarlos con una gasa.
Limpiar las orejas una vez por semana
Si nuestro gato sale al exterior o tiene exceso de grasa auricular, es recomendable repetir este tratamiento de higiene por lo menos una vez a la semana. De esta manera nos aseguramos que no se acumulan impurezas en sus oídos y por lo tanto, es mucho más difícil que puedan sufrir algún tipo de infección.
Se recomienda que después de que acabes este proceso de limpieza, le des un premio en forma de su snack preferido. Esto ayudará a asociar ese momento con un final feliz y es seguro que ayudará a que la próxima vez esté más predispuesto.
También recuerda que su higiene general es muy importante y eso parte por tener su arenero limpio y utilizar un lecho de pellet natural, que nos aseguren una higiene correcta al hacer sus necesidades.
Recuerda lo importante de este proceso, y sobretodo, si eres de los que suele bañar a tu gato cada cierto tiempo, evita que pueda entrar agua o jabón a las orejas, pues podría dañar igualmente sus sensibles oídos.
Como ves, quizá hayas pensado que tu gato no necesita esta higiene, pero lo cierto es que la otitis, junto con la gingivitis bucal, son dos de las afecciones más comunes en las visitas a los veterinarios, así que te recomendamos no pasar por alto estos consejos y aplicarlos para evitar en lo posible problemas mayores.